miércoles, 8 de agosto de 2012

Tchaicovsky se encuentra con Luis II




Pietr Tchaikovsky
Esta leyenda habla  del caballero del Grial Vaudemont, el mismo Lohengrin, el caballero andante, minnesinger. Vaudemont despierta a la gente con su propia campanilla de bodhisattva. En sus manos estaba el instrumento musical divino: la lira de Orfeo, el cuernecito y la campanilla. La música maravillosa de la lira de Orfeo, el cuernecito despertador y la campanilla. Tres instrumentos musicales en el univérsum: lira, cuernecito y campanilla. Una de las historias más maravillosas del santo Grial. Los caballeros lo pasan a Luis y bendijeron que escribiera una ópera. Los minnesingers no están contentos con ella e invitan a Pietr Tchaikovsky, que fue a  Beirut[1] para escuchar la música de Wagner. Luis ve por primera vez a Tchaicosvsky. Su rostro le inspira, recupera la claridad y entiende que Tchaikovsky es más alto que Wagner, más mínnico. No será Wagner, sino Tchaicosvsky, quien escribirá la ópera 'Iolanta'. Eso será el divino requiem, la flauta mágica del Mozart ruso: Tchaikovsky.
Luis II

Tchaikovsky llamó a Mozart cristo musical, divinidad musical, y los caballeros del santo Grial en Neuschwannstein llamaron a Tchaikovsky el Mozart musical y la divinidad musical. Luis invita a Tchaikovsky a su castillo, lo inicia en la caballería, le presenta a sus hermanos, le inicia en el santo Cáliz y le regala la historia de 'Iolanta'. Desafortunadamente, por motivos de censura y por la imposibilidad de revelar el misterio del santo Cáliz, la narración originalmente relatada a Tchaikovsky resultó desmenuzada y menoscabada en la versión de su hermano Modest. Por eso no vamos a usar el libreto de Modest, sino que vamos a escuchar la historia original.






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